Tu piel necesita estar bien hidratada y deshacerse de las toxinas, por eso es muy importante que bebas dos litros de agua simple todos los días.
Duerme lo suficiente
Tu piel es la que más resiente las desveladas, así que por favor trata de dormir alrededor de 8 horas diarias.
No fumes
El humo del tabaco reseca la piel haciéndola lucir grisácea y opaca; además, al succionar el cigarro se fomenta la aparición de líneas de expresión y arrugas.
Nada de alcohol
Las bebidas alcohólicassólo deshidratan tu organismo, provocando que tu piel pierda frescura.
No te duermas maquillada
Quítate todo el maquillaje antes de irte a la cama, pues si no lo haces sólo lograrás que tus poros se tapen y tu piel se seque.
Haz ejercicio
Practicar alguna actividad física constante aumenta tu circulación sanguínea y ayuda a que funcionen mejor todos tus órganos, sistemas y glándulas, renovando el tono y textura de tu piel.
Come bien
Tu piel refleja lo que comes, así que lleva una alimentación sana y balanceada. Consume más frutas, verduras y carnes blancas, y menos azúcares, grasas y carbohidratos.
No olvides el protector solar
Protege tu pie de los dañinos rayos del sol aplicándote todos los días, aunque estén nublados, bloqueador solar.
Mídete con el bronceado
No te expongas demasiado tiempo al sol, que sean máximo 15 minutos, así evitarás el envejecimiento prematuro y el riesgo de sufrir cáncer de piel.
No abuses del clima artificial
El aire acondicionado y la calefacción provocan cambios bruscos de temperatura que alteran la elasticidad de tu piel.
Lava tu cara suavemente
No restriegues tu piel, ni la frotes o fricciones al lavarla; además, evita limpiar tu rostro con jabones en barra, neutros o perfumados, pues eliminan el agua y aceites naturales que protegen tu piel.